martes, 23 de enero de 2007

jardín

Hoy llegué a buscarte y ya no estabas,
las hojas del árbol
que el viento del norte acariciaba
fue nuestro testigo,
cuando en aquellas noches regabas
con tus lágrimas
y tu vida derramabas.
Hoy vivo la muerte de mi alma,
al recordar ese daño
que mi locura te regalaba.
Cada año volveré a visitarlo,
me recostaré bajo el árbol,
en el Jardín de la historia que me contabas
de aquella anciana sentada en su silla
que llena de arrugas esperaba su enamorado,
por que yo cada día
soñaré con encontrarnos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Manuel Jesus siempre visitare tu pag. me gusta lo que escribes y ese sentimieto.
r.